ENTRE LA BARBARIE Y LA CIVILIDAD.

Por: Ruben Limas. 

Venezuela vive hoy en una situación de altísimo riesgo institucional y democrático, entre la barbarie y la civilidad. La decisión de la Asamblea Nacional Constituyente de disolver la legítima Asamblea Nacional, deja una vez más al desnudo el talante autoritario y dictatorial de un régimen. Ellos quieren mantenerse en el poder sin tomar en cuenta que con esta decisión, lejos de ayudar a los venezolanos a salir de la crisis, la profundiza y la convierte en un boomerang que terminará por autodestruirlos a ellos mismos.

Sabemos que estas acciones forman parte de una receta cubana para desestimular en grado tal a los venezolanos, para que abandonemos esta lucha democrática quienes creemos en la solución pacífica a esta situación, o salgamos huyendo del país. 

A pesar de todo ello, como demócratas estamos conscientes que nuestra confrontación es en el campo civil, el de los votos y no de las balas, en apego estricto a la Constitución Nacional. Que no hay otra vía, porque cualquier otra pudiera terminar siendo peor el remedio que la enfermedad. 

Nosotros consciente de ello y del valor de mantenernos unidos, como única forma de servir de contención y antídoto a esta enfermedad bolivariana que carcome la República; la organización política en la que he militado y militare el resto de mis días, tomó la decisión de apoyar al candidato de Voluntad Popular Alejandro Feo La Cruz a la gobernación del estado, en procura de un candidato unitario. Siendo legítimas las aspiraciones de los adecos de tener un gobierno de grandes transformaciones, estas tenían como finalidad ser consecuentes con las luchas que hemos emprendido desde hace tiempo, pero especialmente en los últimos 4 meses de tragedia y dolor para los venezolanos.

Disciplinadamente cumplimos con las directrices de un acuerdo nacional, para así facilitar lo que tanto le hemos prometido a Carabobo: ¡Un candidato unitario! y demostrar que por encima de aspiraciones personales esta Venezuela. 

No abandonaremos nada, tuvimos que aportar nuestra cuota de sacrificio para un fin superior, que es el regreso de la democracia al país para la felicidad del pueblo venezolano.