lunes, 28 de noviembre de 2016

LAS DEUDAS DE HIDROCENTRO.

Por: Beatriz González 
Concejal de Naguanagua.


Durante los constantes recorridos que realizo en las comunidades de Naguanagua me he encontrado con las múltiples problemáticas que aquejan a los vecinos, sin embargo, resaltan entre ellas las deudas de Hidrocentro, tanto en proveer servicio de agua potable como en la disposición de aguas servidas. 

Hace pocos días estuvimos en la comunidad de Brisas de Carabobo, en el norte de Naguanagua, específicamente en la calle Escalante, donde los vecinos claman por una pronta solución ante el gravísimo problema de desbordamiento de aguas negras. En el lugar, desde hace dos meses las aguas negras recorren varias cuadras afectando toda el área circunvecina con olores putrefactos, contaminación e insalubridad.

La pregunta que viene a lugar es: ¿Por qué Hidrocentro no atiende esta problemática? Toda Naguanagua, principalmente en el Norte y Oeste, reporta desbordamientos de aguas negras producto del mal servicio que presta esta empresa dependiente del gobierno nacional. 

Otro caso que observamos es en la comunidad de La Cidra, donde desde hace 10 meses están sin agua potable debido a que entre Hidrocentro y Corpoelec se pelotean el arreglo de la bomba de agua que surte al sector. Los vecinos tienen que trasladarse a otras partes a recoger el vital líquido en tobos y acarrearlos a sus casas, otros entregan sus últimos churupitos para que un camión cisterna les llene un tanque, o pipote, que, de paso, cuesta un ojo de la cara.

La situación es similar en la 5ta.avenida entre las comunidades de Los Próceres y Simón Bolívar, las cloacas “aromatizan” todo el sector. Hace meses llevaron un camión vacuum que dejó los restos extraídos de las tuberías en mitad de la calle, y allí permanecieron hasta que, por las lluvias, volvieron a caer en la red de desagüe.

La mayoría de las denuncias vecinales que recibo tienen un factor común: se habla de meses. Meses en que Hidrocentro “olvida” a comunidades enteras convirtiéndolas en cloacas, sin dejar de recordar que de sed padecen desde hace años, y que el mil millonario proyecto del Alimentador del Norte, quedó a medias y nunca llegó ni siquiera a la primera calle de la Vivienda Rural de Bárbula. 

Los personeros del gobierno nacional y directivos de Hidrocentro parecen ignorar que, bajo los estándares internacionales actuales, el disponer de servicios hidrológicos eficientes, constituye un derecho humano esencial.

No tener agua potable o tener un brote de aguas negras frente a la casa de cualquier nagüanagüense no es solo asunto de estética, es un cruel problema de salud pública de extremo cuidado, dado que, si a razón de ello se producen enfermedades respiratorias, dermatológicas o gástricas, tendríamos el obvio deterioro de la calidad de vida de los ciudadanos a los cuales el Estado tiene el deber de proteger.

El llamado entonces es a Hidrocentro para que salde sus deudas. No queremos más excusas, no más dilaciones. No es con pintura roja que le damos salud y derechos a la gente, es con servicios públicos eficientes, eso es lo que exigimos los vecinos de Naguanagua. Mientras tanto, nosotros seguiremos en calle, acompañando a los vecinos en sus denuncias y procurando la solución a sus problemas.

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