NO MAS INSEGURIDAD.

Por: Beatriz González

Concejal de Naguanagua. 

El dilema de la inseguridad personal es un drama nacional. Aunque el gobierno no ofrezca cifras confiables sobre cómo la violencia se lleva a cada vez más venezolanos, todos los vecinos hemos sentido como el funcionamiento de muchas bandas criminales nos respira en la nuca. Sin embargo, lo más preocupante es la inacción de las autoridades que tienen competencia en la materia. En el caso de Naguanagua, distintos cuerpos operan en esta jurisdicción, entre ellas: el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN), la Policía de Carabobo, la Guardia Nacional Bolivariana y la Policía Municipal, sin embargo, la presencia de estas instituciones no termina por reducir el impacto del hampa. 

En esta historia la Policía Municipal ha sido la cenicienta, pese al esfuerzo presupuestario de la actual gestión municipal para mejorar su capacidad de respuesta y prevención del delito, al ahínco de sus efectivos y a ser el único cuerpo policial en cumplir con la responsabilidad de cubrir los cuadrantes asignados en el Plan de Patrullaje Inteligente, no obstante, el gobierno nacional no ha permitido su dotación y la mantiene intervenida desde octubre pasado.

Durante mi labor como concejal he prestado mucha atención a esta problemática y he procurado una mayor interacción entre los vecinos y sus policías, por lo que no puedo dejar de denunciar que la piedra de tranca ante esta situación, es la ausencia de compromiso político de los gobiernos regional y nacional para con la seguridad de los naguanaguenses. Este municipio, donde hace vida más del 80% de la comunidad universitaria del estado, con una vibrante actividad comercial y una creciente importancia en materia de turismo de convenciones, fue abandonado a su suerte por la gobernación y el alto gobierno nacional. 

Esta cruda realidad nos mueve hasta la última fibra del ser. No podemos callar ante esta problemática. Las víctimas inocentes de la violencia nos obligan a comprometer más tiempo y esfuerzos por hacer públicas las inquietudes de los vecinos. El llamado es a las autoridades regionales y nacionales, no más cálculo pequeño, ¡No más inseguridad!.