HASTA SIEMPRE NANCY TUPANO.

Por: Engelbert Rivero Montenegro

Secretario de Asuntos Municipales

C.E.S AD Carabobo.

Recibí con profunda tristeza el lamentable fallecimiento de la Sra. Nancy Tupano, vecina de la Parroquia Ciudad Alianza Municipio Guacara y toda una referencia para los que tuvieron el gusto de conocerla y disfrutar de su gran personalidad. Era el prototipo de la mujer venezolana, que echa pa`lante, trabajadora, alegre, sencilla y colaboradora. Entre la comunidad escolar era muy conocida por dedicarse al trasporte de muchas generaciones de estudiantes y con ese oficio tuvo la noble labor de criar a sus dos hijos María Andreina y Adrián y convertirlos en grandes profesionales tras su viudez que, antes de amilanarla, le daba impulso para enfrentarse al mundo con un empuje envidiable.

Muchas veces su agradable patio fue lugar de reunión preferido para la causa democrática y la formación de testigos electorales. Ella estaba muy clara en que solo en un contexto de libertades y justicia era que se podía avanzar por ello siempre estaba atenta del acontecer noticioso y sus comentarios acertados me daban insumos para seguir luchando.

La última vez que tuve el gusto de verla me invitó a su casa a comer un rico Pabellón y aunque un poco apenado le decía que en otro momento aceptaría y me dijo “chico, ahorita con esta crisis no se puede decir que no. Vente a la mesa vale”, de mas esta decir que me convenció tanto con su humor como con su buen tino para entender las dificultades del momento y por supuesto con su indiscutible habilidad en la cocina. Su ejemplo debe servir, además de orgullo para su extensa familia, para recordarnos a todos los Guacareños que la calidad humana y el trabajo tienen infinitamente más valor que toda la riqueza que este país puede tener en subsuelo.

Pese a los obstáculos económicos, la estreches de los bolsillos en medio de la crisis que todos vivimos en el país, lo que nos enseñó Nancy Tupano con su experiencia de vida es que la solidaridad, la preocupación por los demás y la sincera disposición al trabajo es lo que nos conduce por el buen camino como comunidad. Imposible será olvidar las innumerables anécdotas de los viajes por el país que emprendió junto a su esposo Lucio y sus hijos donde por cierto jamás

repitió ninguna narrativa lo que siempre llamo mi atención ya que me hizo ver que disfruto plenamente de la vida en sus aspectos más importantes. Hago votos por que Guacara siga encontrando en su tierra esas referencias que como Nancy, seguirán vivas en nuestras mentes siendo un faro de esperanza y virtudes cívicas. Hasta siempre Nancy.