LEGISLAR Y CONTROLAR.

Por: Beatriz González 

Concejal de Naguanagua. 

Quienes hemos sido electos por la voluntad del pueblo para ser concejales o diputados tenemos un deber para con la gente, con los vecinos, con quienes en su momento nos dieron su confianza y respaldo para ejercer labores de control sobre la gestión pública. En Carabobo, Proyecto Venezuela ha dado muestras de responder con altura a ese deber, principalmente en lo referido a la discusión de presupuestos y, consecuencialmente, el control de su ejecución. 

Somos del criterio de que un presupuesto debe responder y ser cónsono con las necesidades del pueblo. A la hora de discutir los presupuestos estatales o municipales no cedemos ante chantajes, decidimos en favor de invertir en servicios públicos y ampliar su disfrute a cada vez más personas, caso contrario, encontrarán nuestra crítica debidamente sustentada y nuestro voto negativo. A nosotros nos eligieron para servir a los vecinos, no para servir al partido de gobierno. 

Comento esto porque es necesario reconocer la labor legislativa de la fracción de Proyecto Venezuela en el Consejo Legislativo de Carabobo, cuya jefe es la diputada Neidy Rosal. Nuestros diputados decidieron salvar el voto en la primera discusión del proyecto de presupuesto 2017 presentado por Francisco Ameliach, al observar, entre muchas otras irregularidades, que la Gobernación pretende usar los dineros públicos para irresponsablemente “continuar construyendo el socialismo bolivariano del siglo XXI en Venezuela”, antes que para construir obras públicas, realizar mantenimiento o prestar servicios a la ciudadanía. Lastimosamente, en el Consejo Legislativo de Carabobo somos minoría y la irresponsabilidad negligente vota mayoritariamente. 

En Naguanagua no ocurre tal circunstancia. Nuestro municipio es ejemplo de buenas prácticas legislativas porque, pese a que tanto poder ejecutivo como poder legislativo es controlado por fuerzas políticas de la alternativa democrática, no abandonamos ni eludimos el deber de discutir y controlar la gestión pública. De hecho, siempre estamos en la calle, activos, observando atentamente el funcionamiento del poder ejecutivo local y escuchando las demandas de la gente, procurando la solución a sus denuncias. 

Dentro de poco en Naguanagua también estaremos discutiendo el proyecto de presupuesto 2017, y la mirada asertiva de Proyecto Venezuela estará allí luchando porque los recursos sean destinados para mejorar la calidad de vida de todos. Siempre de la mano de nuestros vecinos, reafirmando así nuestra convicción de luchar día a día por el Respeto al Ciudadano.