jueves, 17 de noviembre de 2016

¡LA TRILOGÍA DEL ÉXITO DEMOCRÁTICO!

Por: Julio Manzo.


En ocasiones la historia nos permite analizar en retrospectiva las vivencias actuales, en especial cuando encontramos en ellas un sinfín de paralelismos que nos hacen pensar que no somos ni los únicos, ni los primeros en vivir una situación tan crítica y complicada como la que vive nuestro país. Tal era la situación que vivía Chile en 1989, tras 17 años de una dictadura de carácter militar y autoritaria, dictadura que fue exitosamente derrotada de manera cívica y democrática en los comicios de ese mismo año y que daría paso a la elección del demócrata cristiano Patricio Aylwin, refundado una de las democracias más sólidas en el contiene y un Chile que a pocos años de transitar por una dictadura, es ejemplo de un país próspero  en la actualidad, lo que nos hace preguntaros ¿Cuáles fueron las claves del éxito Chileno?


En primer lugar: la esperanza; puesto que los líderes de la oposición democrática se dieron cuenta que más allá de las calamidades que estaban viviendo, realidad por demás evidente y conocida para la época, estos deberían generar un sueño, una alterativa capaz de vencer el miedo e incluir a todo un país, a todo Chile en un proyecto de futuro y que esa esperanza motivaría a opositores y oficialista a materializar un Chile democrático.

El segundo elemento fue: la inclusión y el lenguaje del encuentro; pues la oposición Chilena entendió que en ese país que soñaban, el pinochetismo, esos que tildaban años atrás de esbirros, eran necesarios, y no era necesarios solo para ganar, o para conformar una mayoría que ahora pueda imponerse a la anterior mayoría, sino bajo el entendimiento de que todos era necesarios en la construcción de la democracia futura, partiendo de la ilustre aseveración que hiciera Lagos, que para ser exitoso como alternativa, se debían conjugar tres verbos: Ganar, Cobrar y Gobernar, siendo imposible los últimos dos, si no incluían a los pinochetistas.

Por último: la unidad sin mezquindad; y es que en su momento, Ricardo Largos, quien a posteriori fuese Presidente de Chile, entendió que aun siendo éste el más popular y con mayor maquinaria, era Aylwin, quien podría ser más exitoso cobrando y gobernando que él, pues podría generar un mayor consenso con el bando oficialista y generar los acuerdos de gobernabilidad mínima para que un gobierno democrático tuviese mayor viabilidad  y con ello Chile avanzara a la democracia, a través de un Gobierno De Unidad Nacional.
Fueron estos gestos de desprendimiento y la clave del éxito en aquel entonces, un espejo en cual sin duda la dirigencia opositora venezolana debiera verse reflejado en este momento. Mucho podemos aprender de la historia, siempre que actuemos con sensatez, humildad y teniendo el objetivo definido, devolver a Venezuela a un régimen de democracia plena.


¡Sigamos Avanzando!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Encontraras opinión e información, sobre política, economía, comunidad, cultura, sociales y tips de interés.