sábado, 1 de octubre de 2016

¿DIALOGAMOS?.

Por: José Bucete.


Que grato es volver. Grato volver a encontrarnos por esta vía de comunicación e intercambios de ideas en pro de la Venezuela que tenemos hoy y la que labramos para mañana.

Aún en las peores guerras que ha sufrido la humanidad se han entablado mesas de diálogo y negociación. El mundo ha pasado por dos guerras mundiales, guerras frías, guerras civiles, países con problemas internos producto de conflictos armados, y en todas se han creado espacios para buscar el entendimiento.

Casos para ilustrar esto hay muchos, el caso de las Coreas (Norte y Sur); Colombia con un conflicto armado que sobrepasa los 40 años de existencia y que ha dividido al país cafetero en la gran Colombia urbana y esa Colombia rural que lucha día a día por sobrevivir al conflicto armado. Tenemos el caso de Ucrania, donde rebeldes y fuerzas pro gobierno en plena lucha armada también fueron instadas a abrir un espacio para cruzar algunas palabras, y así tenemos ejemplos de sobra.


El gobierno venezolano ha sido muy astuto. Sabiéndose derrotado por cualquier vía que adopte, busca generar caos, zozobra y desconcierto en lo que pudiera ser algo normal cuando existe algún conflicto (dialogo). El gobierno nacional y su aparato comunicacional ha logrado sembrar en el subconsciente del venezolano una especie de fobia sobre la palabra “dialogo”, son los primeros promotores de crear intriga desilusión sobre un supuesto dialogo entre gobierno y oposición.

La verdad que es nadie puede dar certeza de esa mesa de conversaciones, si el caso fuere que efectivamente exista. Pero en ese lado de suposición, debemos entender varias cosas con referencia a un dialogo.

Dialogo no significa negociación. No significa declinación, tampoco renuncia. No significa cambio de nuestros valores y creencias por otras. Primero que todo debemos saber cuál es el fondo del dialogo, un gobierno caído, una oposición con clara opción de poder por la mejor vía que existe, la democrática y constitucional. Un gobierno desahuciado por falta de apoyo popular y por falta de dólares para poder importar y resolver, aunque sea espasmódicamente el problema de abastecimiento que sufrimos los venezolanos. Un gobierno que tiene poco o nada de credibilidad y por ende de apoyo internacional para continuar la consecución de su proyecto socialista, no solo en el país sino fuera de nuestras fronteras; es un gobierno que no le queda otra opción que: ó se radicaliza, ó dialoga para buscar tender puentes para lo que pueda ser muy probablemente una transición. Sin embargo, no podemos creer que ellos van a jugar en un solo tablero, por el contrario, van a jugar en los dos, en simultáneo, porque en cualquiera de los buscan: oxígeno, un golpe de suerte o un traspié de la oposición. Es por ello que arrecian en la jugada de la intriga y confusión para generar desaliento en una gran parte de la población que tiene expectativas de salir pronto de esta crisis. 

Los dirigentes de la alternativa democrática nunca han mentido, referente a lo que debe ser el dialogo con el gobierno, lo que sí pudo haber ocurrido es que se haya cambiado de posición frente a ese punto, porque así es el arte de la guerra, constante replanteo producto de la aparición de nuevas realidades que imponen nuevas estrategias. Ahora bien, recuerdo claramente como desde siempre los dirigentes de la MUD han dicho y mantenido que si se abren canales de dialogo los van a asumir sin pena y con hidalguía. Quizás esos espacios sean los únicos que existan para que se puedan exigir condiciones para el cronograma electoral, de todas las elecciones que por constitución están establecidas este año: gobernadores; pero también la elección que ha logrado atomizar la organización civil, el referéndum revocatorio. Así como muchas otras cosas que se pueden poner sobre una mesa.

Ahora, pregúntese, si desde que el gobierno ha publicado el supuesto dialogo con la MUD, esta ha dejado de cumplir su cronograma de movilización activa en las calles de toda Venezuela. ¿Acaso la MUD ha dejado de hacer las exigencias que tiene que hacer frente al gobierno?, ¿Han dejado los partidos políticos de organizarse y concentrarse en lo prioritario del venezolano?, ¿es acaso que se acabó la persecución política contra los activistas de los partidos que hacen vida en la MUD y los presos políticos ya han sido liberados sin razón alguna?. La respuesta simple es NO.

No nos dejemos engañar, el gobierno solo busca confundir, intrigar y crear zozobra entre los partidarios de la MUD. Si hay o no hay dialogo, no se condicionan los derechos civiles y constitucionales de los venezolanos. El gobierno al no poder doblegar a la alternativa democrática y su liderazgo con prebendas, persecuciones, hostigamientos, amenazas; ahora recurre al juego de doblegar la opinión pública, generar conflictos entre los ciudadanos. La alternativa democrática ha madurado, no cae frente al juego del gobierno de la violencia, de pactos o de intrigas, pues no lo hagamos nosotros los ciudadanos.

Sigamos adelante, que ya viene esa Venezuela de futuro y debemos estar todos unidos para rescatarla.


Dios bendiga a Venezuela.

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