EN GUACARA NI GOBERNABILIDAD NI GOBERNANZA.

Por: Engelbert Rivero Montenegro 

Secretario de Asuntos Municipales 

C.E.S AD Carabobo.

 

El título del presente artículo permite definir en línea generales los conceptos de gobernabilidad y de gobernanza: La gobernabilidad es la cualidad propia de una comunidad política según la cual sus instituciones de gobierno actúan con eficacia dentro de su espacio de un modo considerado legítimo por la ciudadanía, permitiendo así el libre ejercicio de la voluntad política del poder ejecutivo mediante la obediencia cívica del pueblo. La gobernabilidad ocurre cuando la organización pública cumple sus funciones y opera con normalidad de manera regular, continua y ejerce las tareas que les han sido asignadas. Contrariamente la ingobernabilidad es la incapacidad de un gobierno en cualquiera de sus manifestaciones (nacional, regional o municipal) en responder a las problemáticas que se plantean en su ámbito de competencia. 

 

La gobernanza estudia la manera en que se determina la capacidad del gobierno de transformar las necesidades ciudadanas en propuestas de soluciones de políticas públicas estableciendo patrones de interacción entre los actores involucrados que permitan la formulación e implementación de las políticas en el menor tiempo y con el menor esfuerzo posible. Se refiere sobre todo a la calidad de la gestión que se esté cumpliendo, ya no se trata a que el aparato público cumpla sus funciones si no que lo haga bien, es decir mayores y mejores resultados con mínimo esfuerzo e inversión de recursos lo cual permite avanzar en la generación de confianza por parte del ente regidor. 

Ahora bien en el municipio Guacara pese a los enormes recursos que se emplean en publicitar una gestión invisible en realidad ninguna de estas condiciones se cumplen y a continuación ejemplos:  

Es notoria la ingobernabilidad en lo referente a la proliferación de la economía informal en lugares que no están diseñados para tal fin originando caos vehicular, impidiendo paso peatonal e incluso problema asociados con insalubridad. 

En Guacara reina la anarquía en materia de transporte público, no hay quien haga respetar las paradas, las condiciones de las unidades y el trato digno a los usuarios la inexistencia de planificación urbana permite la construcción de viviendas en lugares no aptos para tal fin, así como también comercios en zonas residenciales lo cual es un claro atentado a la calidad de vida. 

Producto del desabastecimiento y las colas, nadie respeta las directrices de la alcaldía que prohíben la pernocta de la ciudadanía en los alrededores de los mercados.  Así podrían citarse muchos ejemplos que describen esta debilidad en el gobierno municipal. 

En lo referente a la gobernanza se puede señalar el aparato de recaudación de impuestos municipales, el cual opera bajo esquemas del siglo pasado exigiendo a los contribuyentes realizar largas colas, llenado de planillas y cumplimiento de horarios mientras que en otros municipios todo este proceso se realiza vía electrónica permitiendo así optimización del tiempo del contribuyente, ahorro por parte del ayuntamiento en la adquisición de papel y su consecuencia ecológica 

El servicio de aseo urbano opera con total ineficiencia, con unidades que no cumplen las normas mínimas en materia sanitaria y ambiental. 

A pesar de existencia de una planta de asfalto en este municipio es notorio el abandono de la vialidad  en zonas populares, residenciales e incluso en la ya muy golpeada zona industrial. 

La policía municipal no cuenta con suficiente unidades de patrullaje y las que existen se encuentran depauperadas, sin mencionar los bajos sueldos que desestimulan el combate al crimen. 

Lamentablemente a pesar de las grandes potencialidades en capital humano, económicas, financieras y presupuestaria el municipio Guacara se encuentra sumergido en los mismos problemas de hace muchísimos años y lo peor es que se abordan con intentos fallidos de soluciones  también de comienzos del siglo 20. 

Pronto la propuesta pacífica, democrática, constitucional y electoral de la alternativa democrática tendrá que promover la renovación política en este potencial municipio para insertarlo en la modernidad que exige la nueva gestión pública y en ese dúo que en definitiva promueve calidad de vida: Gobernabilidad y Gobernanza.